EL CAMINO DE LA VERA CRUZ DE CARAVACA (MURCIA)

A diferencia del Camino de Santiago (cuyos orígenes se remontan al siglo IX y queda plenamente configurado a partir del siglo XI) el Camino de la Cruz de Caravaca no goza de tanta popularidad (actualmente) cómo la ruta jacobea. Está claro que son dos caminos distintos y que tienen un nexo común: la veneración de reliquias o santos, moda y creencia extendida durante la Edad Media. En el primero de los casos tenemos la veneración del cuerpo del Apóstol Santiago desde el siglo IX, en el segundo la veneración de dos fragmentos del Lignum Crucis traídos supuestamente desde Tierra Santa por la Orden del Temple hacia el siglo XIII. En esta entrada se pretende conocer un poco la historia del Camino levantino, así como sus rutas y mi propia experiencia al realizarlo. Por ello te invito a que le eches un vistazo y que despierte en ti tanto interés como en mi caso, así que, ¡Buena lectura y buen camino querid@ lector/a!

Historia e inicio de las peregrinaciones

Los orígenes como lugar de culto y veneración de la Vera Cruz no están claros totalmente, todo rodeado de leyenda y misticismo. Pero de lo que no cabe duda es de la vinculación de la Fortaleza-Santuario con la Orden de los monjes-guerreros templarios. Es a partir del reinado de Fernando III el Santo cuando se tienen noticias propiamente dichas del lugar y esto se vincula con las numerosas concesiones y donaciones que órdenes como la del Temple recibieron (y posteriormente la de Santiago, los hospitalarios y San Juan) por toda la Península. Supuestamente la Orden Templaria trajo consigo de Tierra Santa dos fragmentos de la Vera Cruz, aquí es donde comienza la leyenda de donde proviene la reliquia. La leyenda se inicia con una misteriosa misa mandada a realizar por un gobernador almohade de Valencia (Ceyd o Zayd) para probar la existencia de Dios. Este, el gobernador, dispuso todo lo necesario para que un tal Pérez Chirinos pudiese realizar la misa, pero faltaba una cruz en el altar y ésta apareció por la intercesión de dos ángeles que posaron la cruz patriarcal en el altar, de esta forma el gobernador se convirtió y se sometió a los reyes cristianos del momento: Fernando III de Castilla y Jaime I de Aragón (totalmente absurdo como se observa).

Y es que, la historia del origen de esta veneración no se entiende si su contexto, el de la dominación cristiana sobre Murcia, que hasta 1243 había sido un bastión musulmán de la agonizante dinastía hudí. En 1243 con el Tratado de Alcaraz, se inicia el proceso de conquista de Murcia. Pero no será hasta el reinado de Alfonso X, cuando este Protectorado se someta de forma definitiva hacia 1264 (tras las revueltas mudéjares) y pase a ser un nuevo reino de la Corona de Castilla. Desde el gobierno de Alfonso X el Sabio hasta el último rey de la dinastía de Borgoña (Pedro I, siglo XIV) continua el afianzamiento del Camino (más bien caminos) y la veneración de la santa reliquia. Los monarcas Trastámara (desde 1369 hasta 1515) y los Habsburgo mantendrán el interés por el Santo Lugar.

Retomando de nuevo la cuestión sobre el origen del los fragmentos del Lignum Crucis, lo cierto es que se tienen noticias de que el relicario con forma de cruz patriarcal era de tradición bizantina, datado hacia el siglo XIII según noticias de la época y esta, perteneció al patriarca de Jerusalén Roberto de Nantes (1240) siendo transportada por la Orden del Temple probablemente no antes de 1243-1244 cuando comienza el protectorado castellano sobre tierra musulmana y cuando la Orden Templaria es bastante probable que quedase asentada en Murcia junto con otras órdenes militares como la de Santiago, la del Hospital, la de Calatrava, etc.

El problema con la reliquia, surge pocos años antes del estallido de la Guerra Civil (1934) momento en el que se pierde (más bien fue robada) el relicario original, junto con su contenido (dos astillas del Lignum Crucis), así que el Papa Pío XII hacia 1945 hizo una nueva donación, otras dos astillas y la gran obra de orfebrería que es el actual relicario, por tanto, esto sin duda hace que pierda cierto valor el lugar santo, aunque sigue manteniendo o incluso más su culto.

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Figura 1. Relicario que contiene los Lignum Crucis. Recuperado de: lacruzdecaravaca.com

Del mismo modo, podríamos dedicar unas líneas sobre la Fortaleza-Santuario de Caravaca. Del original poco queda, la Orden del Temple gustosa de mantener un estilo constructivo propio de las órdenes como la de los «monjes negros» y «monjes blancos» (esto es cluniacienses y cistercienses), sumado a la influencia oriental, permanece el gusto por la arquitectura tardo-románica, esto se aprecia en las fortalezas templarias conservadas a lo largo del solio peninsular. Los vestigios del siglo XIII (realizados sobre otra fortaleza ya existente) difícilmente se pueden apreciar en lo que queda de los lienzos de murallas y torres (torres cuadradas y otras semicirculares, hasta catorce) que integran el conjunto, ya que fueron reconstruidos hacia el siglo XV, en su lugar se aprecia el estilo arquitectónico propio del bajo medievo. En cuanto a la basílica, de planta de cruz latina, está totalmente reconstruida, la mayor parte de los elementos datan a partir del siglo XVII.

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Figura 2. Santuario-Fortaleza de la Vera Cruz de Caravaca. Recuperado de: lacruzdecaravaca.com

Finalmente, cabe decir que, las peregrinaciones están documentadas desde el siglo XIV, y entre estas se encuentran las realizadas por grandes dignidades, entre las más importantes está la peregrinación realizada por Fernando el Católico con toda su pompa y boato (aunque no sabemos si también la realizó Isabel la Católica) a su paso por Murcia, mientras ponía en marcha todos los pertrechos de la Guerra de Granada, esto es hacia los años finales de la década de los ochenta del siglo XV.

El Camino y sus rutas

1. Los caminos.

El Camino existente como tal es de muy reciente, este fue acondicionado poco antes del año 2016, con motivo del año Jacobeo 2017 (distinción que solo poseen lugares como Santiago de Compostela, Liébana, Jerusalem o la propia Roma). La actual ruta (digamos la oficial) parte desde Orihuela hasta Caravaca. Pero, desde la Edad Media, hay pruebas mas que suficientes de la peregrinación desde distintas partes de España y desde la propia Región hay rutas que parten desde los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste). En total se contabilizan mas de diez caminos que llegan hasta Caravaca. A destacar dos de ellos: el que parte desde el norte de la Península y enlaza en Puente la Reina (lugar de paso obligatorio del Camino de Santiago), el denominado Camino de Roncesvalles y consta de aproximadamente unos 900 kilómetros. Y, el segundo, conocido como Camino del Levante, ya descrito (que parte de Orihuela y acaba en Caravaca) de casi 120 kilómetros.

– El Camino que parte desde Puente la Reina (o Camino de Roncesvalles): el principal problema reside en el trazado mismo de la ruta, que probablemente no esté tan bien señalizado y la falta de albergues.

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Figura 3. Camino de la Vera Cruz desde Roncesvalles. Recuperado de: caminosdelacruz.info.

– El Camino de Levante: está perfectamente trazado, aprovechando la conocida vía verde y el antiguo trazado de las vías del tren del siglo XX. El problema común de estos caminos (tanto del primero como este) reside en la falta o mala organización de la hospedería, es decir, la práctica ausencia de albergues. Lo que obliga al peregrino a ponerse en contacto o bien con las parroquias o con los ayuntamientos. En este sentido, aún queda mucho camino por delante para crear un camino como el de Santiago. Lo positivo de todo ello es la nada masificada ruta, que fuera del año jubilar apenas es transitada con intenciones de peregrinación, si bien es utilizada por los lugareños para dar paseos o como rutas ciclistas.

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Figura 4. Caminos de la Vera Cruz en la Región de Murcia. Recuperado de: lacruzdecaravaca.com

2. La ruta del Camino de Levante.

Es la ruta propiamente dicha, promovida por la ciudad de Caravaca, que consta de un total de cinco etapas y de 118 kilómetros (aproximadamente). En este caso, no describiré los lugares, pues de esta tarea ya se han encargado los múltiples folletos y panfletos que fueron realizados con motivo del Año Santo Jubilar 2017, por tanto, no tiene sentido repetir lo mismo dos veces, solamente incidir en las rutas, los lugares de paso y la duración aproximada de las etapas.

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Figura 5. Camino de Levante. Recuperado de: lacruzdecaravaca.com

Primera etapa.- De Orihuela a Murcia (24 km, 6 h aproximadamente): Orihuela y Beniel.

Segunda etapa.- De Murcia a Alguazas (26 km, 6,5 h aproximadamente): Murcia y Molina.

Tercera etapa.- De Alguazas a Mula (26 km, 6,5 h aproximadamente): Alguazas, Campos del Río, Albudeite, Los Baños de Mula. Este tramo es el de mayor dureza, debido a la aridez y escasas sombras habidas en el camino. Es un tramo peligroso sobre todo en verano, debido a las altas temperaturas y al no haber ningún punto de avituallamiento, sobre todo entre el tramo de Alguazas y Campos del Río.

Cuarta etapa.- De Mula a Bullas (21 km, 5 h aproximadamente): Mula, El Niño, Bullas.

Quinta etapa.- De Bullas a Caravaca (21km, 5-6 h aproximadamente): Cehegín y Caravaca. En esta etapa, muy recomendable la visita al yacimiento romano-visigodo de Begastri, situado en la propia ruta al paso por Cehegín. Además, este es un pueblo que merece toda la atención, pues quedó seleccionado el año 2019 como uno de los pueblos con mayor encanto de España en la revista National Geographic, ya sea por sus calles que rezuman historia o por su gastronomía, es una parada más que recomendable.

Experiencia personal, recomendaciones y promoción cultural

1. Experiencia personal, albergues y promoción cultural.

Hablando desde la experiencia, yo realicé el camino en noviembre de 2017, en pleno año Jubilar. Y mi experiencia fue grata, lo disfruté mucho, aunque está claro que no es lo mismo que realizar el Camino de Santiago, los paisajes distan mucho de lo verde del norte de España y es totalmente normal. En mi opinión como ruta jacobea aún queda mucho por hacer, sobre todo desde el punto de vista de los albergues, escasos y difíciles de localizar en el camino, que obligan al peregrino a informarse y hacer mil llamadas para poder contactar y pasar la noche. Aunque en época de grandes afluencias, los polideportivos de localidades que atraviesan el Camino, dejan a disposición del peregrino sus instalaciones e incluso parroquias se habilitan para ello. Ese es el punto negativo, no está tan orientado al turismo como la ruta santiaguista.

Personalmente, yo opté por hacer los últimos 56 kilómetros, esto es, tres etapas durante tres días, al final cada etapa regresaba al punto de partida en vehículo particular, por tanto, no pude experimentar la estancia en albergues, a parte de que, en ese momento la mayoría estaban cerrados y no es que abundasen, apenas uno por cada tramo se pueden contabilizar.

Lo positivo del Camino de la Cruz, es que no está masificado, sí que es cierto que en año de jacobeo había afluencia de peregrinos. Pero después de ello, apenas hay quien hace el camino. Y, a destacar también la señalización, es imposible que nadie se pierda, las flechas y carteles informativos, así como los mojones de piedra abundan en toda la ruta. En este sentido, es muy segura, nada que envidiar a la ruta jacobea.

Como ruta no se puede decir que haya fracasado, en absoluto, prueba de ello es el trasiego continuo de ciclistas y senderistas, que acuden eso sí, sin intención religiosa o espiritual, meramente por vocación deportiva.

Por otro lado, el Camino de Levante es aprovechado todos los años a finales de octubre para la realización de la prueba llamada de los 90 K (en referencia a los 91 kilómetros que posee la prueba). Esta es una actividad que previa inscripción permite realizar el Camino desde la plaza del Cardenal Belluga en Murcia hasta la ciudad de Caravaca. Una prueba que dura 24 h con distintos puntos de avituallamiento, que cada año gana más adeptos y que mejora en cuestiones logísticas (porque el primer año fue un desastre, todo hay que decirlo, falta de avituallamiento, gente que sufría desmayos y desvanecimientos por la falta de fuentes de agua, etc).

2. La credencial del peregrino.

Al igual que sucede en Santiago de Compostela, al realizar el Camino, el peregrino va sellando por los lugares de paso, ya sea en albergues, las iglesias, bares e incluso tiendas. Este caso no es la excepción. El peregrino cuenta con una credencial expedida por la Diócesis de Cartagena, en mi caso yo la adquirí en la oficina del Palacio de la Plaza del Cardenal Belluga en Murcia. Su costo fue de 2 euros en función de «donativo», precio similar a la credencial santiguista emitida por las asociaciones del Camino que hay en cada una de las ciudades españolas.

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Figura 6. Credencial del Peregrino. Fuente: elaboración propia (capetohistoriador).

La credencial consta de espacios más que suficientes para los sellos al pasar por los distintos lugares. Como en el Camino de Santiago hay un mínimo de kilómetros para conseguir la Caravacensis, nombre que recibe el diploma acreditativo como que has realizado el Camino (similar a la Compostela), en este caso son 56 km.

La Caravacensis Certificatio peregrini se obtiene enfrente del santuario de la Vera Cruz y para obtenerla se debe probar la realización del Camino y el donativo de cuatro euros por la expedición del mismo en latín o en castellano (a elección del peregrino).

Actualidad y jubileo 2024

Este año, debido a las complicaciones y miedo generados por esta crisis sanitaria, muchos han sido los que han optado por vacaciones en territorio nacional y próximo. En las últimas semanas en los periódicos regionales (esto es, de Murcia) han aparecido noticias sobre personas que han realizado este verano el Camino de la Cruz, lo cual muestra que hay cierto interés por la ruta y un incremento esporádico de peregrinaciones. Si bien, no recomendaría realizarla en estos momentos por las altas temperaturas, el camino no es propicio para ello debido a la escasez de sombras y avituallamientos, obligando al peregrino a desviarse a los principales centros poblacionales.

No obstante, por otra parte, con vistas al próximo Año Jacobeo siete años después del de 2017, se espera que haya un incremento de peregrinos (como es de esperar) y de la mejora y mantenimiento de los tramos, que ya se está acometiendo poco a poco.

Imágenes

La imagen de cabecera de esta entrada ha sido realizada por el autor de de este blog (capetohistoriador). La imagen de la ruta de Roncesvalles procede de Caminosdelacruz.info. Asimismo, las otras imágenes proceden de la página oficial de La Cruz de Caravaca. Y, las restantes imágenes (credencial del camino y Caravacensis) han sido realizadas por el propietario de este blog (capetohistoriador).

Bibliografía y webgrafía

López-Peláez Casellas, J. (2018). Las Fortalezas de Dios. Un recorrido por los castillos templarios de los antiguos reinos de España. Espasa, pp. 355-369.

Sánchez Romero, G. (2009). Ensayo histórico sobre los caminos de la Vera Cruz de Caravaca. Murgetana, pp. 33-63.

http://caminosdelacruz.info/CAMINO9.html

http://www.lacruzdecaravaca.com/anos-santos/los-caminos-la-vera-cruz/

 

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